Profundizar en el mito y la realidad de las llamas gemelas revela las razones profundas de nuestra búsqueda de una "otra mitad". Estas intensas conexiones, celebradas tanto en la tradición antigua como en las historias modernas, ponen de manifiesto el anhelo universal de compleción. Comprender las llamas gemelas no sólo revela la profunda naturaleza de estos vínculos, sino que también subraya la importancia de cultivar un yo íntegro y sano antes de buscar el amor verdadero.
Recordemos que la noción de las llamas gemelas tiene sus raíces en la mitología de la Antigua Grecia. Los mitos y las fábulas utilizan historias para simplificar grandes cosas de la vida sobre las que todos nos preguntamos como humanos. Las llamas gemelas son una historia universal sobre el amor que ha resistido el paso del tiempo, por lo que, al tratarse de un mito, no debe tomarse al pie de la letra. Dicho esto, su mensaje es lo bastante verdadero como para tener sentido hoy en día.
Las llamas gemelas, que representan estilos de relación reales, son una lente poderosa para entender por qué creemos en "el elegido". La vida con una llama gemela no siempre es un camino de rosas. Como todo en la teoría de las relaciones, empiezan y terminan con tu relación contigo.
Una llama gemela es una conexión rara vez encontrada con alguien en la que experimentas una inmediata e intensa sensación de unión. Congeniáis de un modo rápido y furioso. Podéis terminar las frases del otro. Veis el Mundo de la misma manera. Comparten el mismo sistema de valores. Y casi te quieres meter dentro porque te sientes *así* de cerca de ellos.
Lo sabrás por las películas, si no por experiencia personal (todavía). Este tipo de pareja amorosa ideal se encuentra en todas las culturas, y se remonta tanto tiempo atrás que lo hemos heredado como noción ideal para las relaciones. Llamamos a la pareja nuestra "segunda mitad" porque equiparamos el enamoramiento con esa sensación de plenitud.
Las llamas gemelas se remontan 2.700 años atrás, al mundo de la mitología griega sobre el que escribió el filósofo Platón.
Según cuenta el mito, un día el todopoderoso dios Zeus observó a los humanos -que tenían cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras- y empezó a asustarse. Así que partió al ser humano por la mitad y creó un macho y una hembra, y sembró la semilla de lo que hoy llamamos nuestra "llama gemela "*.
Al parecer, no nos atraen las cualidades de alguien en concreto, sino la persona en sí.
Como encontramos seguridad y comodidad en lo que nos es familiar, nos sentimos atraídos por personajes tan parecidos a los nuestros que los vemos como nuestra "otra mitad", o como dice Forrest Gump, como los guisantes a nuestras zanahorias. Aquí también entra en juego la teoría del apego.
"Llamamos a las parejas nuestra "segunda mitad" porque equiparamos el enamoramiento con esa sensación de volver a estar completos".
En una palabra, familiaridad. Piénselo. ¿Te resulta fácil relacionarte con alguien con cualidades que admiras, pero que tú mismo no tienes? ¿O tal vez las tenga, pero no como parte principal de su personalidad?
Si eres como la mayoría de nosotros, te darás cuenta de que al principio te sientes atraído por esa persona, e incluso puedes llegar a pensar: "¡Vaya, ojalá yo fuera más así!". Pero, al cabo de un tiempo, esa persona que es súper pulcra y súper ordenada, te pondrá de los nervios si tú eres menos pulcro y ordenado por naturaleza.
Al principio, no tiene sentido, ¿verdad? Es ilógico. Una persona ordenada + otra persona desordenada = una casa bastante ordenada casi siempre. Lamentablemente, las cosas no suelen ser así.
Acaban siendo dos personas a las que les cuesta llegar a un compromiso. Esto se debe a nuestra estructura física y a la neurobiología. En pocas palabras, la neurobiología afirma que cuando lo semejante se encuentra con lo semejante, se forma un potente vínculo.
En el contexto de las llamas gemelas, se podría suponer que cuando dos personas encuentran a su media naranja son felices para siempre, porque son la misma persona, ¿verdad? Esto sólo es cierto en parte y tiene sus inconvenientes.
Hay quien dice que conocer a tu llama gemela es una de las conexiones más poderosas que jamás tendrás. Supongo que los que dicen eso han conocido a la suya. Probablemente también por eso dicen que una de las características principales de la dinámica de una llama gemela es que es tan desafiante como catártica.
Cuando conocemos a alguien que es igual que nosotros, inconscientemente nos damos cuenta de que nuestra forma de ser y de vivir la vida es la correcta. Recuerda que no lo pensamos conscientemente: es una sensación borrosa y reconfortante que nos indica: "Estoy bien, porque tú estás bien".
Este tipo de experiencia afirmativa se denomina "seguridad psicológica", y está relacionada con la evolución. Los únicos humanos que sobrevivieron pertenecían a una tribu, en la que el reflejo llevó a la conexión, y la conexión se convirtió en tribus, con sus propios rituales, creencias y forma de vida.
El reflejo psicológico es tan importante para nuestra supervivencia que rara vez pensamos en ello: es instintivo. Por eso a menudo no podemos explicar con palabras por qué creemos que alguien es nuestra llama gemela.
En otro artículo describimos la forma en que sientes que tu media naranja refleja tu pasión más salvaje, tus sueños más atrevidos y tu idiosincrasia más tierna. También explicamos cómo refleja tu lado oscuro. Sí, ese regalo de los dioses sacará a relucir todas y cada una de tus inseguridades y, al hacerlo, se convertirá en el blanco de todas las cosas que no soportas de ti mismo, porque él también las tiene.
Pero tu llama gemela lo entiende y lo acepta: sabe mejor que nadie cómo enfrentarse al lado oscuro porque se enfrenta a lo mismo. Y como tu llama gemela, está ahí para crecer contigo a través de ellas. Prepárate para un viaje salvaje.
Las relaciones sanas alimentan tu crecimiento y te animan a hacer todo lo posible para sentirte plenamente tú, por derecho propio. Puede sonar a tópico, pero es cierto: ya estás completo y tienes dentro todo lo que necesitas para desarrollarte plenamente.
Esperar a que alguien venga a llenar tus lagunas no crea igualdad. Mejor que intentar encontrar a tu "otra mitad", ve a buscar los guisantes a tus zanahorias, como hizo Forrest Gump.
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*Por si te lo estás preguntando, una llama gemela no tiene por qué ser la unión de un hombre y una mujer, por suerte. Los griegos tenían relaciones abiertamente homosexuales y lesbianas.
Cuando busques llama gemela en Google, ten mucho cuidado con la organización Twin Flame Universe. Es una secta que promete ayudarte a buscar a tu llama gemela si les pagas. A menos que el emparejamiento forme parte de su cultura, no respaldamos a nadie que ofrezca servicios de emparejamiento a cambio de una comisión.
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